El originario de Tlaxcala aplica sus conocimientos de matemáticas y geometría en la elaboración de papalotes más grandes.

Artista en Tlaxcala elabora papalotes gigantes

El pasatiempo de elaborar y volar papalotes, globos monumentales y de cantoya se convirtió en el trabajo de Luis Miguel Herrera Pérez, quien desde los 11 años de edad probó sus habilidades con sus creaciones sobre el cielo en el patio de su casa en la comunidad de Santa Cruz Techachalco, en el estado de Tlaxcala.

El artista plástico relató que desde muy pequeño observaba cómo sus primos volaban papalotes, por lo que los recuerdos de su infancia engloban el viento, el cielo y los colores de las cometas.

“Cuando tenía once años hice mi primer papalote para un concurso en la escuela, pero no pudo volar. Era mucha mi desesperación para que se elevara que lo mejoré pero fallé; entonces, decidí alejarme de los papalotes, prácticamente me rendí”, narró. Sin embargo, 2 años después Luis Miguel retomó el sueño de volar un papalote y con sus propios conocimientos diseñó una pieza en forma de rombo y con una cola, con la que logró su objetivo.

“Desde ese entonces ya no dejé de hacer papalotes, empecé a experimentar con tamaños, formas, materiales y texturas hasta encontrar una fórmula para que volaran pese a las figuras que hiciera. Obviamente empecé con lo más básico, con poco aprendizaje, y poco a poco, me hice de mi nombre aquí en mi comunidad y ganaba concursos pequeños”, comentó Luis Miguel Herrera.

El deseo de implementar nuevas técnicas en la creación de cometas llevó al joven originario de Tlaxcala a aplicar sus conocimientos de matemáticas y geometría en la elaboración de piezas más grandes, con el fin de ganar más concursos.

Su pasión lo encaminó a estudiar Artes Plásticas y durante su preparación inició con el proyecto de los globos gigantes, los cuales miden más de cinco metros y están elaborados con telas de colores que forman diversas figuras.

“En ese periodo de la universidad pude aplicar lo que me iban enseñando y utilicé mis técnicas de elaboración más enfocado al diseño, dibujo y bocetos, pero de forma monumental”, aseguró.

Con sus nuevas creaciones, Herrera Pérez decidió participar en concursos locales donde obtuvo primeros lugares y menciones honoríficas, sin embargo, tuvo un sueño más grande: presentarse en el Museo de Arte Popular en la Ciudad de México.

“Era un sueño que tenía desde pequeño, ganar premios a base de los papalotes, de unas creaciones que para muchos son poco, pero para nosotros los artistas sabemos que es un trabajo y planeación de meses. La verdad es que los primeros años que participé me hice la idea de que era un perdedor, me mantenía en los tres primeros lugares pero nunca llegaba al primero”, relató.

En febrero de este año ganó el décimo quinto Concurso de Papalotes, con una pieza de más de siete metros que refleja la cultura de Tlaxcala y de México.

Sus contrincantes fueron artistas y artesanos originarios de los estados de Oaxaca, Chiapas, Querétaro, Ciudad de México y Estado de México. La pieza con la que se llevó la victoria estará expuesta en este inmueble de la capital del país hasta el próximo 24 de abril.

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