Para los 159 habitantes que habitan en esta comunidad, el agua que extraen de pozo, está a punto de agotarse.
La concentración de alcalinidad que tiene el recurso hídrico, ocasiona que su uso sea vea limitado a los servicios básicos del hogar. Los días martes y jueves de cada semana, de 7 a 8 de la mañana, el encargado de encender la bomba del pozo, abre las válvulas para que la población almacene el recurso no renovable.
Aquí, el desabasto del vital líquido es notable, a las mujeres no les queda más que salir de casa a otras comunidades para lavar su ropa.
Y es que las aguas subterráneas se agotan por el cambio climático, los niveles de los acuíferos descienden durante el estiaje. “Aguas subterráneas: hacer visible el recurso invisible”, es eslogan de la Comisión Nacional del Agua, ante un panorama desolador que avizora que, para el 2050, una de cada dos personas, padecerá del vital líquido.
En Santa Catalina tienen otra alternativa, recurrir a los manantiales donde siempre mana el agua. Así que, en este lugar, los habitantes no compran agua embotellada, se ahorran ese dinero, ellos consumen agua de manantial.
Los lugareños comparten los servicios que brinda la montaña de San Francisco Temetzontla, agua limpia, oxígeno y buen clima que provee durante todo el año.
Cerca del manantial, -donde nace el río Apatlahco-, durante el día, los humanos captan el agua y durante, lo hacen roedores, mamíferos y aves.
“Desde que tengo uso de razón a mis 53 años, siempre venimos por agua al manantial, la consumimos diario”, expresó Engracia Ávila Espinoza, vecina de Apatlahco.
Liborio Cuéllar Ávila, director de Ecología del municipio de Panotla, informó que, de esta jurisdicción, San Mateo Huexoyucan, San Tadeo Huiloapan y San Ambrosio Texantla, un 50% de la población, consume agua de manantial.
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