“Para la Iglesia todo esto es preocupante, creo que todos debemos hacer nuestro trabajo para concientizarnos, hacer una labor preventiva y luego fortalecer el Estado Derecho, donde todos tengan un juicio justo y se aplique la ley como se debe. Eso sí, dejar en claro que nadie puede hacer justicia por propia mano, porque se distorsiona la Ley y se pueden cometer injusticias”.Insistió en que la Iglesia como institución rechaza que alguien le quite la vida a otra persona,
“porque es un don de Dios y nadie tiene atribuciones para arrebatarla”.
Rojas Bretón resaltó que un linchamiento se convierte en un ejercicio sumario, un juicio público por parte de quienes no tienen a su cargo la impartición de justicia como la sociedad en su conjunto y eso representa un gran riesgo para una sana convivencia.
Agregó que esos comportamientos sociales son dignos de reflexión, toda vez que siendo católicos han pasado por alto los mandamientos de la Ley de Dios.
“Los mandamientos son parte de la religión y la moral, integran las leyes civiles, pero los aprendizajes milenarios de pronto se caen y dejamos salir nuestra naturaleza bronca, actuamos con conductas que superan incluso la animal, donde no solo es el desquite sino va más allá y la gente se ensaña”, lamentó.
Llamó a la población a conducirse con probidad, prudencia y respetar los procesos legales que engloban las leyes civiles, ante un caso similar, donde logren detener a delincuentes.
El pasado domingo, 2 presuntos ladrones se salvaron de morir linchados en el atrio de la Iglesia de San Ignacio, en la comunidad de Zaragoza, perteneciente al municipio de Huamantla, resultdo de la intervención del presbítero del lugar.
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