Este domingo, el este de Cuba se convirtió en el escenario de protestas por los apagones recurrentes y la creciente escasez de alimentos en la región. En Santiago, la segunda ciudad más grande del país, cientos de personas salieron a las calles en una manifestación pública para expresar su descontento y demandar soluciones a las autoridades gubernamentales.
A través de un comunicado el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, hizo un llamado al diálogo y la calma, destacando la disposición de las autoridades del Partido, del Estado y del Gobierno para escuchar las quejas del pueblo y explicar los esfuerzos realizados para mejorar la situación. Sin embargo, las tensiones persisten en la isla, alimentadas por la crisis económica que ha golpeado a Cuba, exacerbada por la pandemia de covid-19.
Los apagones prolongados, que a veces alcanzan hasta 18 horas al día en algunas zonas, han generado preocupación entre la población, especialmente debido al riesgo de pérdida de alimentos congelados y al impacto en la vida cotidiana. Esta situación se suma a la escasez generalizada de alimentos, combustible y medicinas que ha enfrentado el país, lo que ha llevado a un éxodo de más de 400 mil personas que han buscado refugio en Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
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