Hace 5 meses se evidenció que las protecciones para el paso peatonal estaban siendo sustraídas de manera ilegal, de acuerdo con algunos vecinos para ser vendidas como “chatarra”; sin embargo, ni la denuncia pública ni ante las autoridades logró que estos actos cesaran.
Lo anterior dio como resultado que de los barrotes que componían los barandales no quede nada, en pie solo se mantienen los marcos de las estructuras, aunque esto representa ya un riesgo para quienes transitan por la zona, sobre todo en banquetas ubicadas en zonas altas.
Las estructuras fueron colocadas en la remodelación que coordinara el Gobierno del Estado en 2021, tanto al exterior de la Central Camionera como en las inmediaciones; no obstante, es desconocido quiénes han caído en estas prácticas.
Para agilizar el retiro ilegal de las estructuras, los responsables los cortaban un día antes regularmente por la noche y luego eran comercializados a negocios que compran la herrería.
Debido a que existe un proceso abierto por el robo de los barandales, el ayuntamiento capitalino informó que tendrán que valorar la reposición de las estructuras, además de señalar que de manera inicial la obra estuvo a cargo del gobierno estatal.
Este hecho no es exclusivo de el área, también ha sido reportado el robo de protecciones de hierro que resguardaban las ruinas del primer hospital de Tlaxcala, que se ubican en el bulevar Guillermo Valle.
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