El proyecto del “Autotrén de Tlaxcala”, mismo que anunciaba con bombo y platillo la administración de Lorena Cuéllar Cisneros, además de que ha generado la inconformidad de centenares de personas, una vez más quedó expuesto otro impedimento para su realización, ya que no cuenta con los permisos correspondientes por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Así lo demostró la respuesta a una solicitud de información vía Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) presentada por el portal “Escenario Tlaxcala”, en donde se da cuenta de que no se presentó información suficiente para que la dependencia federal emitiera una opinión o permiso respecto del proyecto en cuestión.
“Para haberlo conseguido, debió contar con evaluaciones para permitir su construcción; entre ellos el dictamen de impacto ambiental. Sin embargo, no tiene ni dictamen, ni análisis de bienestar social, análisis costo-beneficio ni otras alternativas técnicas de solución”, reza la nota publicada por dicho portal.
Lo anterior, significa que ni la empresa responsable del Autotrén Tlaxcala “Modutram”, ni el Gobierno Local presentaron información básica sobre el proyecto en cuestión, como el impacto ambiental, análisis de bienestar social, análisis costo-beneficio, ni otras alternativas técnicas de solución.
En la SEMARNAT sólo cuentan con la Opinión Técnica dirigida a la Encargada de la Oficina de Representación de la instancia en Tlaxcala, en la que se da cuenta de la solicitud de dicha opinión por parte de la empresa Modutram y la respectiva contestación sobre la falta de información del proyecto “Autotrén Tlaxcala”.
Al tratarse del Parque Nacional Xicohténcatl, la SEMARNAT en conjunto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), indicaron que no se remitió información indispensable para conocimiento de una obra de tal magnitud, que ha sido exageradamente difundida por la administración estatal en turno como una obra trascendental en la modernidad de la capital.
Las instancias argumentaron que no se especificó el cambio de uso de suelo, ni el conteo de árboles que se afectarán, tampoco un análisis para determinar los impactos ambientales, ni aquellos que afectarán a la flora y fauna urbana.
Como se señaló anteriormente, no se refirió un estudio de bienestar social, es decir, no se tiene conocimiento de si la obra realmente está justificada, si es que atiende una necesidad social. Lo mismo ocurre en cuento al costo-beneficio, puesto que se desconoce el total de gastos previstos contra el total de beneficios.
Además, ante el “capricho” o “negocio” del autotrén, como ha sido calificado por parte de la ciudadanía inconforme, los impulsores del proyecto, la administración de la electa de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y la empresa, tampoco presentaron una solución alterna al propio autotrén.
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