Desplaza la nevera móvil sobre la calle Allende, al tiempo que ofrece lo que por la mañana preparó: “¡Nieve, nieve, nieve de limón!.”
“Esperemos que nos deje esta agüita, como el año pasado para sacar lo del día”, expresó.
Dijo que está preocupada por conocer quién será el próximo presidente de México, pues “comentan que viene bien Morena, ojalá vuelva a quedar y nos dejen la pensión de los viejitos”, subrayó.
Previo a la Noche que Nadie Duerme en Huamantla, el pueblo mágico situado al oriente de Tlaxcala activa su economía.
Las calles del centro histórico se ven obstaculizadas para alistar arena, flores y aserrín para el nuevo diseño de los tapetes en honor a la Virgen de la Caridad.
Algunos hasta se prepararon contra las lluvias, aunque el pronóstico es de apenas un 15 % de probabilidad que ocurra.
El dinero se mueve en las inmediaciones del templo católico de la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad, pero también al interior.
Mientras en la plaza Juárez títeres privados atraen al turismo, ellos son apoyados con unas monedas.
Pan de fiesta, muéganos, nueces de nogal, fruta de temporal, gorditas de nata y peluches alusivos a la tauromaquia es lo que más se vende.
El artesano Tomás Salazar plasmó en 64 metros cuadrados a la Santísima Trinidad, Jesús de Nazareth y la Virgen de la Caridad.
Las imágenes están delimitadas en forma perfecta por dalias rojas y jarrones recostados con rosas y girasoles.
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