Avistamientos extraterrestres en Xalapasco y Ixtenco, Tlaxcala

A lo largo de la frontera entre Huamantla e Ixtenco, la zona conocida como Xalapasco es famosa por su paisaje místico, que se complementa con 8 profundos cráteres y enormes cimas de montañas. Posiblemente la parte más peculiar de esta zona natural sea el cráter conocido como “cueva del diablo”, donde supuestamente se han registrado numerosos avistamientos extraterrestres.

Con una extensión de más de 100 metros de largo y una elevación de más de 2 mil metros sobre el nivel del mar, este tramo casi parece cavado como una fosa y su formación sigue siendo un misterio. No obstante, el peculiar espacio geográfico está mayormente asociado con la caída de meteoritos años atrás y la apropiación de seres ajenos a nuestro planeta.

En la superficie utilizada para la siembra se han visto círculos en los cultivos de avena, tal como ocurrió a partir de 1860 en QueenslandA pesar de que nunca alguien ha captado en cámara a un extraterrestre, sus rastros han quedado registrados en las tierras de algunos agricultores. Los ixtenquenses piensan que estas formas sobrenaturales se deben a que hay una fuerte carga energética en la zona que atrae a los habitantes externos a la Tierra.

El señor Felipe Palacios, uno de los guías más experimentados de la zona, refiere que en los cráteres de Xalapasco ocurren sucesos inexplicables por la ciencia y, aunque el lugar no se ha estudiado a profundidad, sí se han acercado personas interesadas en hacerlo, quienes aún no encuentran una respuesta certera a los eventos.

Cuenta Palacios que durante la noche aparecen brillantes esferas de luz, las cuales se asoman entre las copas de los árboles y suben hasta el manto estelar para alumbrar el cráter, pero no lo hacen de cualquier modo, sino que se integran en formas geométricas muy delicadas y ordenadas, es decir, tienen un propósito.

“Esos días energéticos están asociados con la Virgen de Guadalupe, asegura el guía: El 11 de diciembre y el 13 de agosto, días de la Virgen, más de uno ha sido testigo del espectáculo”, dijo.

Sin embrago, es posible que el suceso ocurra más veces al año, pero esos días la zona suele ser visitada anualmente y, por lo tanto, registrada en la memoria colectiva.

Otra interpretación de los lugareños es que las esferas son brujas que nacen de entre los pastizales, de ahí el nombre de “cueva del diablo”. Lo cierto es que mientras no se tenga una explicación objetiva de los eventos, “los visitantes tienen en sus manos la posibilidad de elegir su propia aventura”, concluyó Felipe Palacios, pues “todo depende de la creencia de cada quien”.

Para llegar a ese sitio, ingresar a los colosales agujeros y explorar la zona no hay mejor guía que Felipe Palacios, de la agencia Tlaxcala Xtremo (www.facebook.com/tlaxcalaxtremo), quien tiene más de 20 años de experiencia en recorridos en medio de la naturaleza. Sus recorridos se ajustan a los horarios de los visitantes, así que no dudes en contactarlo.

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